Jesús advertía a aquellos que solo vivían el presente: “Qué aflicción les espera a ustedes, los que son ricos, porque su única felicidad es aquí y ahora.
Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora están gordos y prósperos, porque tienen un horrible tiempo de hambre por delante.
Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora se ríen, porque su risa se convertirá en luto y dolor”.
No está mal ser rico, no está mal ser próspero en los estudios y en el trabajo, no está mal probar exquisitos manjares, no está mal buscar la felicidad.
El error está en disfrutar solo el aquí y el ahora. Somos seres tripartitos: Cuerpo, alma y espíritu. Nuestra tendencia es a darle mayor protagonismo al cuerpo.
No descuidemos el alma: Desarrollemos el intelecto para comprender mejor a las personas y trabajemos el hábito de gobernar nuestras emociones.
En cuanto al espíritu, démosle el primer lugar a nuestra relación con Dios: De ello depende nuestra eternidad y armonía en las demás áreas.
Cambiemos el orden de prioridades: No es “cuerpo, alma y espíritu”; es “espíritu, alma y cuerpo”.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Qué aflicción les espera a ustedes, los que son ricos, porque su única felicidad es aquí y ahora.
Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora están gordos y prósperos, porque tienen un horrible tiempo de hambre por delante.
Qué aflicción les espera a ustedes, los que ahora se ríen, porque su risa se convertirá en luto y dolor”.
— Lucas 6:24-25
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