Jesús manifestó: “Esfuércense por entrar por la puerta angosta del reino de Dios, porque muchos tratarán de entrar, pero fracasarán.
Cuando el señor de la casa haya cerrado la puerta, será demasiado tarde. Ustedes quedarán afuera llamando y rogando: “Señor, ábrenos la puerta”, pero él contestará: “No los conozco, ni sé de dónde vienen”.
Por ahora, la puerta del reino de Dios sigue abierta y muchos se dan el lujo de demorar su ingreso. Pareciera que tenemos todo el tiempo del mundo para entrar. Algunos solo rondan la puerta y piensan que ya están adentro, pero como dice el Señor, fracasarán.
La puerta angosta no es muy popular, se requiere esfuerzo para entrar, disciplina para mantenerse en los caminos de Dios, humildad para depender del Salvador en medio de las tentaciones de este mundo. El que persevere hasta el fin, ese será salvo.
Algunos solo rondan la puerta, están en las mismas reuniones con Jesús, escuchan su voz, pero no abrazan sus enseñanzas; figuran en la lista institucional, pero sus nombres no están escritos en el Libro de la Vida.
En el día del Señor habrá muchas sorpresas. Asegurémonos de entrar por la puerta angosta y permanecer fieles. No vaya a ser que Jesús nos diga: “No los conozco, ni sé de dónde vienen”.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Esfuércense por entrar por la puerta angosta del reino de Dios, porque muchos tratarán de entrar, pero fracasarán.
Cuando el señor de la casa haya cerrado la puerta, será demasiado tarde. Ustedes quedarán afuera llamando y rogando: “Señor, ábrenos la puerta”, pero él contestará: “No los conozco, ni sé de dónde vienen”.
— Lucas 13:24-25
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