Seguir a Jesús tiene sus demandas, pero también tiene muchos beneficios.
En una oportunidad, su discípulo Pedro le preguntó: “He aquí nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿Qué, pues tendremos?”
A lo que Jesús respondió: “Cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, ustedes también se sentarán sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel”.
Obviamente, esta era una promesa para sus doce apóstoles. Pero ¿Qué dijo sobre todos sus demás seguidores, incluyendo a los de hoy?
Jesús añadió: “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”.
Estas no son solo promesas para cuando lleguemos a su presencia; sino también una muestra de su amplia generosidad y provisión durante nuestro peregrinar en la tierra.
Sigamos adelante, todo esfuerzo vale la pena; de los suministros se encarga el Señor. El reino de Dios debe llegar a toda criatura antes del fin.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”.
— Mateo 19:29
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