Jesús afirmó: “Qué bendiciones les esperan cuando la gente los odie y los excluya, cuando se burlen de ustedes y los maldigan, como si fueran gente maligna, porque siguen al Hijo del Hombre.
Cuando les suceda eso, pónganse contentos. Sí, salten de alegría, porque les espera una recompensa en el cielo”.
Es inobjetable que los seguidores de Jesús sufren persecución en el mundo. En remotos países hasta está prohibido hablar públicamente del Señor.
Pero, ¿Qué hay de los países que se llaman a sí mismos cristianos? Allí no se persigue, pero se excluye y se hace burla de los que mantienen sus convicciones para seguir a Jesús y su Palabra.
Todo discípulo del Señor es portador de la verdad y el consuelo de Dios para un mundo que se desintegra en la corrupción, soledad y dolor.
Nos toca nadar contra la corriente; somos ahora la nueva voz que clama en el desierto y anuncia un manantial de vida para el hombre sediento de amor.
Cristo es la respuesta: No desmayemos; ya viene la recompensa.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Qué bendiciones les esperan cuando la gente los odie y los excluya, cuando se burlen de ustedes y los maldigan, como si fueran gente maligna, porque siguen al Hijo del Hombre. Cuando les suceda eso, pónganse contentos. ¡Sí, salten de alegría, porque les espera una gran recompensa en el cielo!”
— Lucas 6:22-23
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