Jesús indicó: “Miren los cuervos. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque Dios los alimenta. Y ustedes son para Él mucho más valiosos que cualquier ave”.
Dios ha creado un ecosistema maravilloso, donde la vida se expande, la armonía florece y la belleza se abre paso en todo lugar. Todo animal se levanta cada mañana seguro de conseguir su alimento, porque permanece en el orden que Dios ha establecido.
Es, más bien, el hombre, el que ha roto esa armonía con el Creador y ha desencadenado la actual crisis mundial del hambre. El egoísmo hace que unos pocos retengan la riqueza global y muchos sufran las consecuencias de ello.
Necesitamos retornar al orden inicial de Dios, a establecer una relación de respeto a las normas del Creador, a volver al equilibrio que existía en el Huerto del Edén.
No podemos esperar que todos lo hagan. El cambio empieza por cada uno de nosotros. Cada cierto tiempo te verás envuelto en el desorden de prioridades que impera en este mundo.
Tendrás que retornar al Señor, poner en práctica sus ordenanzas y someterte a su cuidado. Pronto verás con asombro su provisión sobrenatural cada día en tu mesa. Tú vales más que todas las aves que Dios alimenta.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Miren los cuervos. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque Dios los alimenta. Y ustedes son para Él mucho más valiosos que cualquier ave”.
— Lucas 12:24
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