Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios.
Y entrando en una barca, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Simón tuvo una buena disposición para compartir su barca con Jesús y comprobaría la tremenda retribución de Dios.
Cuando Jesús terminó de hablar, dijo a Simón: “Boga mar adentro y echen sus redes para pescar”. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía.
Viendo esto Simón, cayó de rodillas maravillado. Había comprobado lo que es ceder sus recursos, su tiempo, y luego su propia vida en favor del Reino de Dios.
Todos tenemos talentos, dones, posesiones, relaciones y oportunidades que Dios nos ha dado para fructificar. Cuando todo esto es puesto en las manos del Señor, los resultados son increíbles. Muchos serán beneficiados, principalmente nosotros mismos.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía”.
— Lucas 5:3-6
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