¿Te imaginas estar en medio de una persecución mortal por tu fe? ¿Cómo reaccionarías si te prohíben acercarte a Dios?
Jesús dijo: “Queridos amigos, no teman a los que quieren matarles el cuerpo; después de eso, no pueden hacerles nada más.
Les diré a quién temer: Teman a Dios, quien tiene el poder de quitarles la vida y luego arrojarlos al infierno. Claro, Él es a quien deben temer”.
El Señor se refería al caso extremo de persecución mortal por ser un seguidor de Jesús. ¿Podríamos soportar semejante amenaza y mostrar fidelidad a Dios hasta el final?
El mejor entrenamiento está en nuestros días. Al menos en Occidente, ya no se mata el cuerpo de los cristianos, pero se intenta aniquilar su espíritu, menospreciándolos, desacreditándolos, ridiculizándolos y colocándoles la etiqueta de anacrónicos.
¿Podrías soportar este tipo de persecución eventual, aun por parte de tus familiares y amigos? Tendrías que escoger temer al Señor para honrarle y respetarle por encima de todo.
Si no puedes salir airoso de esta pequeña persecución eventual, ¿Cómo podrás soportar la gran persecución que viene sobre el mundo?

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Queridos amigos, no teman a los que quieren matarles el cuerpo; después de eso, no pueden hacerles nada más.
Les diré a quién temer: Teman a Dios, quien tiene el poder de quitarles la vida y luego arrojarlos al infierno. Claro, Él es a quien deben temer”.
— Lucas 12:4-5
Comparte la meditación del día con tus amigos en las redes sociales. Un mensaje oportuno puede marcar la diferencia en su camino.











Deja un comentario