Mucha gente ve a Jesús solo como un personaje histórico. Y los más religiosos, por lo menos, aspiran a tener una leve conexión con Él los fines de semana.
Lo cierto es que la historia del Salvador no terminó con su muerte en la cruz y ascensión al cielo. Él, antes de partir dijo: “He aquí, yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
Entonces, ¿Por qué no aspirar a tener una relación verdadera y constante con Él en nuestros días?
A veces, nuestra principal barrera es examinar todo con la mentalidad humana, que es limitada. Lo cierto es que las cosas espirituales se han de comprender espiritualmente, cuando Dios se revela a nuestra vida.
Esta revelación viene como un vino nuevo, que refresca nuestro ser y trae un gozo, aun en los momentos de adversidad.
Jesús dijo: “Nadie echa vino nuevo en depósitos de cuero viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los depósitos, y el vino se derrama, y los depósitos se pierden; pero el vino nuevo en depósitos de cuero nuevos se ha de echar”.
Dios quiere darnos un corazón nuevo, capaz de contener el vino nuevo, que Él tiene preparado para cada uno de nosotros. Pídelo en oración y lo recibirás.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Ni echa nadie vino nuevo en recipientes de cuero viejo. De hacerlo así, el vino nuevo hará reventar el cuero, se derramará el vino y los recipientes se arruinarán. Más bien, el vino nuevo debe echarse en recipientes de cuero nuevo”.
— Lucas 5:37-38
Comparte la meditación del día con tus amigos en las redes sociales. Un mensaje oportuno puede marcar la diferencia en su camino.











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