Es extraño, pero los que creemos en un Dios Omnipresente, a veces nos comportamos como si Él no estuviera en medio de lo que estamos haciendo.

Justo cuando estamos obrando mal es cuando perdemos total conciencia de que Dios está allí.

Jesús afirmó: “Todo lo que está escondido, tarde o temprano se descubrirá y todo secreto saldrá a la luz”.

De acuerdo al contexto, el Señor se estaba refiriendo a aquellos cristianos que andan escondidos ocultando su fe, a veces por timidez y a veces por conveniencia.

Pero es justo esta forma de vivir la que nos lleva a tener vidas secretas, la famosa doble vida, que asume que Dios ve solo nuestro buen obrar, y que podemos actuar en tinieblas “mientras no pensemos en Él”.

Cuidado, lo que hacemos en secreto un día saldrá a la luz. ¿Acaso hay alguien que pueda engañar al Altísimo?

No pongamos en duda nuestra salvación. “¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merece el que ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha profanado la sangre del pacto por la cual había sido santificado y que ha insultado al Espíritu de la gracia?” (Hebreos 10:29).