¿Ya tenemos la revelación completa de Dios o esperamos algo más?
Jesús afirmó a sus discípulos: “Benditos los ojos que ven lo que ustedes han visto. Les digo que muchos profetas y reyes anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y anhelaron oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron”.
Los profetas del Antiguo Testamento proclamaron la venida de Jesús a este mundo, pero no tenían de modo claro todos sus propósitos. Sabían que sería un libertador, un gobernante, un redentor, un profeta o todo a la vez.
Con la aparición de Jesús en este mundo, todas las profecías tomaron su cauce y significado, para mostrarnos al Rey de Reyes y Señor de Señores en todo su esplendor.
Toda su generación lo vio y celebró, fue establecido como un personaje real e histórico. Sus palabras han sido registradas y puestas a prueba durante siglos, garantizando su efectividad.
La muerte no pudo contenerlo, y ha prometido estar con nosotros hasta el fin. Benditos los ojos que lo vieron y benditos los ojos que hoy disfrutan de su presencia en medio de un mundo de aflicción.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Después, cuando estuvieron a solas, se volvió a sus discípulos y les dijo: Benditos los ojos que ven lo que ustedes han visto.
Les digo que muchos profetas y reyes anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; y anhelaron oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron”.
— Lucas 10:23-24
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