¿Tomamos la iniciativa de conocer más a Dios o esperamos la iniciativa del Padre de revelarse más a nosotros?
Jesús manifestó: “Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo, excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre, excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo”.
Desde el punto de vista teológico, podemos conocer más de Dios estudiando los aspectos de su persona. Pero desde el punto de vista vivencial y trascendental, es Dios quien se revela a nosotros, nos escoge y nos trasforma para cumplir sus propósitos eternos.
Luego de conocer a Jesús, ninguna iniciativa descarta a la otra. A Dios le encanta que mostremos interés por conocerle más, que hurguemos en las Escrituras con pasión para saber más de su carácter, y así aprender a complacerle mejor.
Su premio será revelarse más y más a nosotros en toda su intensidad, como el sol cuando aparece gradualmente en el horizonte, y al mediodía se posiciona sobre nosotros para irradiarnos con toda su potencia.
Dice el Señor: “Entonces ustedes me invocarán, vendrán a suplicarme y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón” (Jeremías 29:12-13).

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo, excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre, excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo”.
— Lucas 10:22
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