Jesús decía a sus discípulos: “Amen a sus enemigos. Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman.
Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa”.
Qué extrañas recomendaciones hacía Jesús a sus discípulos. Y es que ser discípulo de Jesús implica ser luz en medio de un mundo atormentado.
Al inicio no estarás rodeado de gente que te felicite por tu nuevo estilo de vida. Muy por el contrario, aparecerán personas poco amistosas que cuestionarán tu decisión.
Allí es donde Jesús nos pide amarles, hacerles el bien y bendecirles. Eso es exactamente dar la otra mejilla: Contestar el agravio con el amor de Dios. Quién sabe si con ese gesto y esa actitud constante ganes un alma para el reino de los cielos.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“A los que están dispuestos a escuchar, les digo: Amen a sus enemigos. Hagan bien a quienes los odian. Bendigan a quienes los maldicen. Oren por aquellos que los lastiman. Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa”.
— Lucas 6:27-29
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