Cuando Jesús anunció que moriría en la cruz, su discípulo Pedro lo llevó aparte y empezó a reprenderlo por decir semejantes cosas.
Jesús se dio la vuelta y reprendió a Pedro: “Aléjate de mí, Satanás. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no del punto de vista de Dios”.
Este hecho ha sido muy controversial. No era que Pedro era Satanás, sino que estaba siendo usado por el maligno para influir en los sentimientos de Jesús y socavar los planes de Dios.
Lo extraño es que antes de esta situación, el mismo discípulo Pedro había sido usado por Dios para establecer que Jesús era el Cristo prometido.
¿Es posible que una persona pueda ser usada por Dios un instante y luego ser usada por Satanás? La respuesta con mucha tristeza es sí.
Todos podemos ser usados por Dios al sostener una correcta comunión con Él y bendecir a los demás. Pero cuidado, en un descuido y presos de nuestros sentimientos engañosos, podemos ser instrumentos del mal haciendo daño a los demás.

VERSÍCULO DEL DÍA:
“Entonces Pedro llevó aparte a Jesús y comenzó a reprenderlo por decir semejantes cosas. “Dios nos libre, Señor, dijo, eso jamás te sucederá a ti”.
Jesús se dirigió a Pedro y le dijo: “Aléjate de mí, Satanás. Representas una trampa peligrosa para mí. Ves las cosas solamente desde el punto de vista humano, no desde el punto de vista de Dios”.
— Mateo 16:22-23
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